Tarragona tenía un anfiteatro situado fuera de la ciudad por motivos logísticos. Esto se debía a que era una ciudad importante que era del Imperio. De hecho era capital de una provincia fundamental para Roma.
Se encontraba cerca de la Via Augusta lo que permitía la descarga de hombres y animales para los espectáculos. Data del siglo II d.C. En el siglo III los cristianos estaban siendo perseguidos y ajusticiados. Se sabe que al obispo Fructuoso y a sus diáconos, Augurio y Eulogio, los quemaron vivos en la arena. Estas muertes se conmemoraron en el siglo V con la construcción de una pequeña basílica en la misma arena del anfiteatro. Tras la reconquista de la ciudad a los árabes sobre esta basílica se edificó un templo, Santa María del Milagro.
En el siglo XIX se construyó sobre él la cárcel de Tarragona. Hasta los años 50 del siglo XX, debido a unas obras en la prisión, no se encontraron los restos que hoy pueden visitarse del edificio romano, así como la basílica de Santa María. A escasos metros podemos encontrar la Playa del Miracle.
En este enlace se pueden consultar los horarios de visita, los precios y cualquier información adicional: http://www.tarragona.cat