La Cala Fonda es un pequeño reducto de arena al que se accede andando a través del Bosque de la Marquesa. Es una cala pequeña de unos 200 metros de largo a la que también se puede acceder desde la Playa Larga o la Cala de la Roca Plana. Hasta el bosque de la Marquesa se llega en autobús (líneas 9, 1E y 1M). No existe puesto fijo de la Cruz Roja. Situada en el Bajo Ampurdán, la apodan «Waikiki» en honor a la famosa playa de Hawái.
Es una cala muy apreciada por los nudistas pero pueden acudir todo tipo de bañistas, siempre que respeten la tranquilidad y el entorno. Está dentro del término municipal tarraconense. Tiene el aspecto primigenio de cómo era el Mediterráneo hace sólo un siglo. Mucha gente va allí para hacerse un tratamiento de spa. La arena arcillosa que hay en ella se puede moler y mezclar con agua para hacer una mascarilla corporal llena de virtudes.
Visitar Cala Fonda
El acceso a Cala Fonda puede ser un poco complicado, ya que requiere una caminata de aproximadamente 20 minutos desde el estacionamiento más cercano. Sin embargo, esta caminata a través de un sendero rodeado de vegetación es parte de la experiencia y permite que la playa conserve su encanto natural. Cala Fonda es poco concurrida porque no se puede llegar en coche. Por consiguiente, es un buen lugar donde relajarse, bañarse en el mar y tomar el sol.
Sin lugar a dudas, este es uno de esos lugares que permiten disfrutar de la naturaleza y de la soledad que ésta proporciona cuando no ha sido invadida por la multitud, y a la vez un paraje que transmite tranquilidad y ganas de volver. A día de hoy, este lugar es un espacio de interés natural protegido, que va hasta la Punta de la Mora. Todo el Litoral está formado por rocas, acantilados y preciosas playas virgenes de arena fina.
